Jueves, 15 de agosto y Viernes, 16 de agosto
La lluvia otro día más me despierta y me obliga a recoger todo como puedo, para desayunar en algún lado protegida mínimamente. Necesito revisar otro correo de Markewich Financial. Cruzo las afueras del parque hasta entrar al pueblo de Rust y en una fuente con árboles, desayuno con calma.

Bon giorno per la matina lluviosa! Otros días que llueve desayuno directamente dentro, con el buche lleno ya veremos cómo solucionar lo del agua…

Aprovechando el sol para secar la tienda

Desde fuera, queriendo estar dentro…
El pueblo continúa ese toque de parque de atracciones, con las casas mucho mejor cuidadas y pintadas que en un sitio «normal«.
Pongo pedales dirección a Estrasburgo (la cual será mi última entrada a territorio francés), para encontrarme una ciudad rodeada por un anillo de agua en todo su casco viejo. Con sus callejuelas, sus casas de época y una exagerada catedral.

Casas en el anillo de agua de Estrasburgo

Catedral de Estrasburgo

El mítico consejo europeo ubicado en Estrasburgo. Aconsejan hacer fotos chorra en sitios sosos…
Mi travesía se extiende en dirección norte, cruzando infinidad de terrenos y multitud de pequeñas villas. Sigo encontrándome con viajeros de larga distancia, son los únicos que saludan efusivamente con sorpresa, al encontrar a alguien con sus mismas pretensiones.
Sábado, 17 de agosto y Domingo, 18 de agosto
Antes de iniciar esta ruta, mi amigo Abel me puso en sobre aviso de que igual coincidiriamos en el camino, en algún punto, en algún momento ya que irá en furgoneta para ir a trabajar cerca de Frankfurt. Hoy me avisa de que pasará cerca de Heildelberg, un pueblo que aún me queda a unos kilómetros.
Las ideas locas como vienen, se quedan y te tientan. Hace dos días me fuí de Rust dejando de lado el parque de atracciones, un poco triste por ello. Aprovechando la coincidencia con mi amigo, ¿Por que no volver y darlo todo?
¡Dicho y hecho! Retrocedo sobre mis pasos en tren para volver a Rust y en un enredado de marañas de trenes, de trasbordos y de estrés, Abel me recoge en un pequeño pueblo cerca de allí.

Esos son los trenes y trasbordos que tenía que coger, alguno con minutos de diferencia (y el que obviamente perdí). Con Bridas, tener que coger ascensores retrasa mucho el cambio…
Y disfrutamos de un pequeño break en el camino, en Europa Park. Grandes atracciones, ambientación muy de cuento… ¡Como niños!

Ou yes! ¡¡Ahora desde dentro!!

La entrada a otro mundo

La cosa de arriba es una persona, si, se tiró!

«Pueblo Pescador Español». El parque divide sus zonas basandose en los países que forman la unión europea. España era una plaga de topicazos, toros y calles del sur (nada nuevo bajo el sol).

¿Seré yo la afortunada?

Tanto esfuerzo necesita una pequeña pausa en una mullidita oveja

EHHHHHHHHHH AHHHHHHHH UEEEEEeeeeeeeEEEEEE
No sabemos dónde dormiremos tras el intenso día de ocio, pero no nos preocupa. Estamos cocinando pasta en el mismo sitio que desayuné al reparo de la lluvia el otro día. Hoy nos da el mismo servicio y nos esconde de la tormenta que se viene.
Lunes, 19 de agosto

La furgo de Abel
Nuevo día y nueva despedida, pese a que solo hayamos estado dos días juntos… Él inicia ahora una nueva etapa en su vida, ¡Mucha suerte!

Mar de bicicletas en Heildelberg
Me ha dejado en Bruchsel, en el mismo sitio donde volví en tren. Ahora puedo continuar mi ruta en el mismo sitio exacto donde lo dejé.
Hacia el norte, me cruzo con Heidelberg, un pueblo bastante sonado por aquí.

Parte de Heildelberg
Mañana empieza el rumbo final hacia la casa de Hendrick, un jugador de jugger que me acogerá la noche del miércoles cerca de Frankfurt, mi destino final. Pero aún queda mucho por pasar hasta el miércoles…
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