Los días por aquí son raros, noches como hoy son frías y bueno, podría haber dormido mejor. Es raro que duerma mal en la tienda, pero el cuello me está dando la lata hace días y tengo que lidiar con ello. El día es gris, fresco, sin mucha historia, pero anuncia lo inevitable: mañana debería llegar a Frankfurt.
Martes, 20 de agosto
Hoy ya tengo resuelta la ruta de vuelta de Frankfurt a Bruselas (día viernes 23). Cogeré un Flixbus (bus económico que se mueve mucho por Europa) el jueves 22 por la noche, que me dejará el viernes por la mañana en Bruselas. Todo esto lo he confirmado ayer, por que no tenía muy claro como volver, ya que no sabía donde estaría hoy… No lo dejé atado antes por que no era seguro acabar en Frankfurt, quizá por el camino hubiera pasado algo por lo que hubiera decidido ir a otro sitio finalmente, quién sabe… yo me dejo llevar.
Consigo llegar cerca de Frankfurt en un día muy soso pero sobretodo, un día en el que me siento muy fatigada, el cansancio acumulado de tantísimos días seguidos pedaleando se empieza a notar.
Mi última acampada ya, la verdad es que sé de sobra que lo echaré de menos. Cada día haciendo y deshaciendo un hogar. Una de las mejores sensaciones que tengo viajando es la de que llegue la tarde y buscar un sitio donde pasar la noche. Encontrar el lugar perfecto, hacer la cena, descansar… La soledad tranquila, una noche reparadora y al día siguiente vuelven a girar las ruedas.
Miércoles, 21 de agosto
Consigo llegar al medio día a Frankfurt en un día fuertemente soleado. Como es habitual, odio las ciudades grandes así que después de las protocolarias fotos en la ciudad, doy un paseo y salgo en dirección Bad Homburg. Allí me espera Hendrick, que me ofrece su casa para descansar esta noche.

¡Hola Frankfurt!

Chiquiyulia en la gran urbe

El emblemático ayuntamiento de la ciudad «Romemberg»

Skyline
De camino me acabo de encontrar a un cicloturista muy simpático. Se llama Dennis Breiser y lleva año y medio recorriendo Europa, con su pequeño acompañante peludo: ¡El peluche Leo! Participa activamente en acciones solidarias con su hazaña que en unos días termina, ya que está volviendo a su ciudad. ¡Te deseo lo mejor en tu futuro!

Junto a Dennis

¡Con Leo!
Volver a sentir una ducha caliente, oh yeah… se agradece mucho más que las mías con la botella de agua en los campos.
Jueves, 22 de agosto
La fatiga sigue aquí, a mi lado. Doy una vuelta por la ciudad a un paso muy lento, mis clásicos paseos de «Yaya» en los que la prisa no entra dentro de mi lenguaje. Pero comer si, si entra dentro. ¡Hay que llenar los depósitos!
Esta tarde he entrenado con el núcleo de Jugger local, ha sido genial volver a poder coger un stick y darlo todo un rato. ¡Gracias por el buen rato que me habéis dado! Y muchas gracias a Hendrick por hacer de esta breve estancia un gran recuerdo para mi.

Con los chicos y chicas de Jugger Frankfurt
Con todo empacado, me embarco a la aventura de llegar al aeropuerto. Ya estoy en el bus, lista para dormir las 7 horas del camino. ¡Y así ha sido, se me ha pasado volando!

Así viajó Bridas. Un método muy cómodo la verdad, ahorrarme el empacarla es algo que se agradece mucho.
Viernes, 23 de agosto
Huyo de Bruselas por que mi cabeza solo quiere estar tranquilita en un sitio sin agobios, sin estrés y sin nada. He venido a las cercanías del aeropuerto en Charleroi (a una hora al sur de la ciudad) y aquí ando, terminando de escribir el blog mientras Bridas me mira por la ventana confusa, sin saber que va a ser descuartizada otra vez en unas horas…

Pobre Bridas, no se huele lo que le viene encima a la pobre…
Este viaje ya toca a su fin, 20 días surcando montañas, ríos y mares de campos. 1132km, 17 días pedaleando y sólo un día estando totalmente parada: el único día de descanso que he tenido ha sido en Mesocco. El resto de días al menos me he movido 40 kilómetros (los días de gran fatiga). Os podéis imaginar el cansancio acumulado.
Como girito final, por una historia muy larga me vine sin tarjeta de crédito, así que sólo disponía del efectivo con el que vine y el resto me lo tuve que auto-mandar por Western-Union, como me gusta vivir al límite…
Os contaré mis impresiones finales con respecto a este viaje, quizá le resulte útil a alguien.
Sobre los países:
- Italia: Solamente estuve unos días tampoco puedo decir mucho, aunque ya conocía el país un poquito por un viaje que hice hace años.
- Suiza: País del que no sabía nada y ahora puedo decir que le entiendo bastante bien. Un nivel de vida muy muy caro pero una calidad de vida muy muy alta. País que nace de la mezcla de las regiones principales colindantes (Italia, Francia, Alemania…). La sensación que tengo en general es que es una sociedad mucho más consciente de la realidad en la que vive y la mantiene cada día. Velan por el bienestar del país y la sensación de seguridad en cualquier sitio es impresionante. Suiza es como una burbuja social donde todo está bien, nada está mal y el objetivo es vivir bien, y el estado hará que así sea. ¿Quieres vivir allí? Necesitarás 10 años de estancia en el país o bien casarte. Diré que es un país genial sin lugar a dudas pero… Suiza es para los suizos.
- Alemania: Con filosofías muy similares a Suiza (e incluiría de lo que yo conozco, a Francia). Un nivel de vida infinitamente más asequible y creo que es un lugar muy bueno para vivir y más factible. Eso si, no entiendo la manía de tener 300 cruces cada kilómetro, los cuales tardan hasta minutos a darte paso a ti, he echado de menos mucho las rotondas españolas…
El respeto a los ciclistas en general también es muy alto y las ciudades están muy preparadas para la vida sobre dos ruedas. Cualquier ciudad de la zona tiene cientos y cientos de bicis por las calles, con parkings para bicis que son un mar de metales. Siento mucha envidia, ojalá vivir en una ciudad plana y que se respete a los ciclistas…
Sobre Bridas (la bici):
Ya va siendo hora de ir supliendo a mi querida Bridas, cada viaje me acaba dando algún tipo de problema por que al final, no es una bici preparada para estos machaques año tras año. Tengo que buscar alguna alternativa más sencilla y con materiales más técnicos. El proyecto «BRIDOS» (todo un derroche de ingenio) empezará a funcionar.
En este caso el problema me lo dio la rueda trasera que partió, aunque gracias a Jan lo pude solucionar en el momento (eternas gracias). No he pinchado ni una vez y por fortuna los cambios y todo lo que revisamos antes de salir aguantó. Aunque como digo, si no es una cosa es otra…
La paquetería:
En este viaje mi idea era ir más ligera de equipaje. En general muy bien, aunque he echado de menos cosas que iré comentando. Obviamente es más cómodo tener todo en las alforjas y solo 3 cosas en el maletero (la zona sobre las alforjas traseras).
La tecnología:
Aquí voy a tener que desglosar en partes, por que tiene chicha:
- GPS: Sin duda voy a prescindir del uso de Google Maps. Las pocas veces que he tenido que usarlo me ha dado muchos problemas por que el interfaz está bastante mal pensado para algo que no sea un coche. Buscaré alternativas más eficaces y solo lo usaré en momentos que necesito ver la vista satélite (la única ventaja que tiene). Un acierto usar el móvil como GPS, recordar que Android permite crear varios perfiles en un mismo teléfono, pues en uno simplemente tengo las herramientas de mapas.
- Dinamo (SP-Dynamo PD-8X): Es difícil de definir su usabilidad en este viaje por que no he tenido datos con los que contrastar lo que he ido cargando, ya que durante el viaje he hecho varias paradas para cargar cosas en algunos locales aprovechando que andaba con fatiga. Lo que si sé es que el transformador de energía que va de la dinamo a los aparatos, no es bueno. Si fuera bueno debería poder hacer cargas más evidentes. Aprovechando esto buscaré la forma de medir las baterías y su carga real para poder tener mejor control.
- MP3 (AGPTEK mp3 Bluetooth): Esto es un poco más pijería, por que por poder, puedo tirar con él, pero prefiero un mp3 que tenga un interfaz con la posibilidad de seguir escuchando podcast desde donde lo dejé, que entren más de 4.000 canciones (es una de las limitaciones del AGPTEK y mp3 de marcas más baratas), que las listas de reproducción aleatoria sea de todas las canciones…
- PowerBanks (Xiaomi): Muy bien la decisión de traer 2 baterías de 20.000 mAh cada una.
En general muy bien, aunque el portátil me está dando problemas de rendimiento después de actualizar antes de salir, cosas que jamás entenderé…
La casa (acampada y útiles diarios):
- La tienda de campaña (Salewa Micra II): Reconozco que no la abrí hasta la primera noche, y esa misma noche me sentí rarísima en una tienda nueva que me costó montar por que ni sabía como. Con el paso de los días me acomodé y la verdad es que como tienda está genial, es pequeña, doble techo (me ha facilitado varias salidas pudiendo secarlo por separado y el hecho de usar solo la capa de la mosquitera para dormir bajo techo me parece mejor) y lo suficiente espaciosa para entrar yo y algunos trastos. El ábside lateral es suficiente para almacenar un par de alforjas, el calzado y alguna cosa más. Por contra la base es demasiado fina y en un punto se me hizo un agujero no se muy bien como (muy light), siempre tenía mucho cuidado pero es demasiado frágil para viajes que requieran cierta intensidad. Por este motivo considero que volveré a viajar con la base de rafia (hecha a medida para ahorrar espacio en su transporte). Además el color amarillo chillón no hace favor si pretendes pasar desapercibido entre los campos o los lugares donde acampes (para mi el peor punto de todos, ya que no tiene solución). Mi conclusión general es que la seguiré usando para pequeñas rutas de verano o que no requieran una gran resistencia, para otros viajes más intensos pasaré a algo más disimulado.
- Cocina: Sigo con los mismos cacharros de hace cuatro años y todo bien, aunque me gustaría probar una olla plegable por ahorrar espacio. También tengo pensado pasar de las bombonas de gas clásicas de «campingaz» a las botellas que admiten todo tipo de gas como esta.
En lo personal…
Como reflexión final siento que este viaje a asentado mi vida en ruta. Es decir, ya tengo una rutina diaria clara, un mayor control general de las situaciones y el hecho de cruzar países, pelearme con las monedas, idiomas, costumbres… no ha sido problema. He conseguido buscarme la vida con facilidad pero bueno, tampoco hay que olvidar que seguimos en Europa, viajar por aquí es extremadamente fácil y más en verano.
Lo duro es pasar los inviernos y las épocas de lluvia, pasar meses y confiar plenamente en que tus materiales aguantarán y no te fallarán.
Vuelvo a España con nuevas ideas presentes, con tiempo para madurar lo vivido y como ya dije en su día: «en algún momento me moveré por Europa», ahora digo «en algún momento me moveré fuera de Europa».
Gracias a todos y todas por acompañarme en esta ruta y cada uno y una de quienes me habéis ayudado.
Hola Yulia, soy Fran, he contactado contigo por face. Pues el blog es muy chulo y sobre todo esta entrada me ha servido para mi futuro viaje por España, materiales, accesorios, ese tipo de cosas son las que ahora necesito conocer. Las fotos son buenas en general, hacen ver la dureza y belleza del viaje. Enhorabuena ya seguir dándole al pedal!. Saludos