Capítulo 15 de 20

La noche ha sido lluviosa, durante horas sin parar. Por fortuna el amanecer ha traído el sol y alejado las nubes.

Recojo y para mi sorpresa, a un minuto de donde acampé me cruzo un montón de tiendas de campaña en su respectivo camping.

Recorro varios kilómetros de playa con su arena dura, temiendo por que algún tramo no lo fuera y me tocará empujar, y en arena es lo peor…

De energías parece que vaya bien, la noche ha sido bien reparadora y puedo ir tirando sin miedo.

Casi todo el día restante voy en paralelo a la ría de la zona y luego a otra, la cual realmente es un canal con exclusas. Una zona muy bonita en general y que me recuerda mi paso por el Canal de Castilla.

¡Supero los 1.000km! Una cifra a la que le damos un sentido referencial, pese a que no sea más que un número. En línea recta con ese número se puede ir muy lejos, está claro.

Me vuelvo a encontrar con dos viajeros de larga distancia, y con una breve charla nos ponemos al día. Es habitual que las personas viajeras así, paren a preguntar con curiosidad.

El día es tranquilo, pese a que el sol no llegue a calentarme del todo y el viento no pare, pero encuentro un pequeño campo para pasar la noche.

Playa infinita

Si no hiciera tanto viento igual me hubiera bañado… Igual…

Momento del té en un lugar ideal

Gatito muy simpático

Tramos del canal

Cormorán

Exclusas del canal

Sumando cifras al cuentakilómetros

Uno de los grandes peligros para quiénes vamos en una bici, paredes de setos de varios metros y sin arcén, con curvas y sin apenas visibilidad, vamos una fiesta

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